martes, 11 de junio de 2013

Una mujer de 44 años residente en Nueva Zelanda se presentó en la sala de urgencias de un hospital de Auckland, víctima de una parálisis parcial. Ante lo grave de la situación varios médicos la examinaron, y descubrieron que lo que había causado la parálisis fue un pequeño derrame cerebral.

Pero para su asombro se dieron cuenta de que ese derrame fue provocado por un coágulo que se había formado en el cuello de la mujer por culpa de un chupón. Este coágulo habría viajado por el torrente sanguíneo y habría provocado la severa lesión.

Así es, damas y caballeros, al parecer la pareja de la mujer se había pasado y en un momento de pasión, al mejor estilo Drácula, le había mordido (bah, chupado) el cuello. Y lo hizo con tal fuerza que casi mata a la señora.

Esta vez sí que podría decirse que "hay amores que matan". Así que ya saben, la próxima vez que quieran marcar territorio, o la euforia del momento los esté descarrilando, recuerden que pueden suceder estas cosas, así que mejor alejarse del cuello y concentrarse en las partes de abajo.

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