jueves, 24 de julio de 2014
La física está en todos los aspectos de nuestras vidas, y por supuesto el fútbol no es la excepción. Siempre vemos a jugadores pegarle con "comba", hacer goles de tiro libre, o de corner olímpico como le decimos. Patadas que parecen despegar al espacio, de repente describen una curva terrible en dirección al arco, como si una fuerza extraña estuviera guiando la pelota.

Pero no es ninguna fuerza extraña, es el efecto Magnus, que dice más o menos así:
Cuando una esfera avanza en un fluido girando sobre su eje, se genera alrededor de ella una asimetría en la forma en la que el fluido (aire en el caso de la pelota) fluye. Esta asimetría resulta en una fuerza perpendicular a la dirección de avance, en el sentido hacia el cual gira la esfera.

(click para ampliar)



Fácil, ¿no? Física pura, ni más ni menos. Pero como todo en la física, las condiciones tienen que ser las ideales o cercanas, ya que cualquier factor secundario podría alterar el resultado teórico. Por ejemplo si hubiera viento en cierta dirección, si la pelota no fuera redonda, o si el rozamiento de la misma con el aire fuera otro. En el recién terminado mundial de Brasil la pelota "Brazuca" provista por Adidas era ideal, una de las mejores (sino la mejor) diseñada hasta ahora. Completamente opuesta a la anterior "Jabulani" utilizada en el mundial de Sudáfrica 2010 (como explica esta nota).

Pero no sólo en el fútbol es bien conocido este efecto, sino en muchos otros deportes, como el tenis, ping-pong, baseball o softball, pool, bowling, golf... O sea, básicamente en cualquier deporte que incluya una pelota se puede lograr este efecto con algo de práctica, incluso en el rugby donde la pelota no es precisamente esférica.

Para despedirme les dejo un compiladito de "banana shot":


Visto en http://www.elgatoylacaja.com.ar/messi-magnus/

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