miércoles, 21 de agosto de 2013

Hace un tiempo se puso de moda la palabra inglesa bullying, y cada vez escuchamos más noticias al respecto en todos lados. Hasta se han formado campañas para enfrentarlo, y lidiar con esta forma de violencia "moderna".


La realidad es que el acoso o violencia entre pares siempre existió, y muchos lo hemos sufrido en alguna forma. En la niñez y adolescencia los jóvenes que terminan como objetivos de bromas, golpes y demás son siempre los mismos: los tragas, los botones, los inteligentes, los que usan anteojos, los que tienen algún problema, los putitos, los que tienen cara de boludo, los gorditos...

Siempre ha sido así, casi como una ley natural. Sumado a ciertas cuestiones innatas al ser humano, de demostrar poderío sobre los demás, de sentirse superior, de agradar al resto, de ganarse amigos a costa de pisotear a otros, y tantas características más.

El bullying tiene múltiples formas, y si lo llevamos a otros planos, veremos que la violencia entre pares se aplica en todos los niveles, en todos los lugares, en todas las edades. La cuestión acá es que, debido a la proliferación de las redes sociales, y los dispositivos multimedia, ahora llega a oídos y ojos de todo el mundo. En YouTube está lleno de ejemplos, videos de aficionados (los mismos chicos) que ofician de testigos. Hasta en Los Simpsons hay infinidad de ejemplos, y eso que son dibujitos animados con más de 20 años de antigüedad.

La culpa no es del chancho, sino del que le da de comer.



¿Y entonces por qué tanto lío? Simplemente porque está mal, y no debería darse, al menos no en el grado de violencia que se ve últimamente. En mi época el bullying era, como mucho, que te jodan todo el día y te escupan. Ahora lo más suave no baja de cargarte a palos o prenderte fuego el pelo. Y lo que es peor: la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer.

Es así, tristemente la falta de educación y de atención en los chicos se vive mucho en la familia, y también en las instituciones educativas. Padres ausentes, docentes que solo pretenden actuar como un mero comunicador de contenidos, niños que no saben relacionarse con el resto del mundo (solo saben chatear, les sacás el celular o la compu y no saben relacionarse con otros seres humanos), y tantas otras cosas.

Hay un conjunto de factores de fondo, que desembocan en un montón de problemas, y el bullying es solo uno de ellos. Para combatirlo hay que atacar las fuentes del problema, hay que ir a las cuestiones de fondo y resolverlas. Es un proceso lento, pero es la única forma de asegurar que estas cosas no sigan pasando.


Déjese de joder con esto del bullying, y enséñele a su hijo a cagarse a trompadas.

En fin, el objetivo de esta nota no es explicar qué es el bullying, ni cómo solucionarlo, sino manifestar mi adhesión a la campaña "si no hacés nada, sos parte". Invito a todos a informarse un poco más al respecto visitando el sitio dedicado a la campaña: http://www.sinohacesnadasosparte.org/

Y estaría bueno que todos colaboren a mitigar esta epidemia, ya sea hablando con sus hijos, educando a sus alumnos en otros aspectos más allá del contenido académico, o simplemente difundiendo este tipo de información.

#NOBULLYING

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